La denominación del alojamiento le debe su nombre al apodo o “mote” con el que, cariñosamente, se conocía en el pueblo a MARIA “la petita”. Una señora admirada por todos en el pueblo por su cordialidad y amabilidad. Seguidora de sus fiestas patronales y apasionada del baile característico de la población, “la dançà”. María “la petita”, también era conocida como el “alma de la Santa”, porque se encargaba de embellecer y custodiar la Ermita, así como de preservar a la Patrona de este municipio. “La Petita” es una vivienda con vistas a la “peña”, siendo restaurada completamente, cobrando nueva vida, convirtiéndose en un alojamiento rural de calidad, tranquilo y sosegado donde se puede disfrutar plenamente de la montaña, de la dulzura hogareña del pueblo y de la amabilidad de su gente. La casa rural, es un punto de partida para recorrer la sierra del Maigmó, recobrar el gusto por la vida social en el pueblo y la tranquilidad que se percibe en él.

La casa rural consta de dos plantas y buhardilla, ofreciendo un alojamiento idóneo para disfrutar una estancia familiar o entre amigos. Un reclamo para las vacaciones estivales o invernales o una escapada de fin de semana. Toda la casa está decorada con esmero y posee todas las comodidades y utensilios propios de cualquier casa moderna.